Son muchas las situaciones de contingencia en las que un operador del transporte se puede ver involucrado. Las emergencias surgen en el momento menos pensado y en esas circunstancias lo primero es actuar, ganar tiempo, pero sobre todo, no dejarse llevar por el miedo. Mantener la calma requiere conocimiento, valor, prudencia y sentido común. Por eso es muy conveniente conocer las contingencias que podremos vivir en nuestro trabajo; es decir, PREVENIRLAS. Lo mejor es que no suceda nada, pero esto casi es imposible. Lo que sí es posible es tomar todas las precauciones a través de chequeos técnicos de la unidad y una actitud alerta antes y durante el trayecto del viaje.