Un programa salpicado de humor en el que se combinan situaciones chuscas y situaciones dramáticas que permiten que los supervisores se relacionen con escenas que tienen que ver con las excusas favoritas del personal.

Se enfatiza el concepto de que los supervisores se concentren en el desempeño y no en la actitud; que intervengan en lugar de enfrentarse; y que reconozcan y reorienten las frecuentes salidas laterales en los casos de desempeño deficiente.

La recomendación para mejorar el desempeño no es dolorosa cuando usted:

» define lo que ha observado,
» espera para recibir una respuesta,
» les recuerda cuál es la meta,
» pide una solución,
» acuerda en conjunto la mejor solución,
» hace un seguimiento para estar seguro del éxito.

Las malas actitudes y el bajo desempeño se corrigen sólo cuando la decisión de cambiar viene de la persona que debería hacerlo.